domingo, 1 de marzo de 2009

Sacerdote se va a dormir al cuartel de Policía

NEYBA.- El sacerdote Michel Vargas Rosario, párroco de la iglesia San Bartolomé se acostó la noche del sábado a descansar en la puerta del cuartel de la Policía local hasta que las autoridades intervenga ante el ruido que provocan los propietarios de vehículos todoterrenos (jeepetas) que se estacionan frente al templo católico impidiendo que pueda dormir por el alto volumen de su música.

Dijo que tomó esa decisión porque ya no tenía a otras autoridades a donde acudir porque lo había hecho a la policía local, en varias oportunidades, al síndico, al encargado de Medio Ambiente y ninguno le hizo caso.

El padre Varga destacó que este sábado dos jeepetas fueron estacionadas desde las dos de la tarde con música con altos decibeles y que a pesar de haberle sugeridos a sus propietarios que le bajaran el volumen, éstos de forma burlona y sarcástica, le cambiaban la música con otro mambo y le subían el volumen más fuerte.

Con una frazada, un colchón y su almohada, el padre Vargas se acostó en el cuartel, frente al Banco de Reservas, en presencia de decenas de feligreses, que al ver la acción de su párroco, acudieron a su apoyo.

Sin embargo, el hombre encargado de imponer el orden, el capitán Manuel Díaz Rivas, impedía el paso a todo aquel que intentaba asomarse, incluyendo a los periodistas, que previo presentación no le permitía hablar con el sacerdote.

Los periodistas de Santo Domingo, José Rafael Sosa y Aurelio Henríquez, que se encontraban en Neyba en una misión del Colego Dominicano de Periodistas, fueron llamados por sus colegas locales, Buenaventura Jiménez, secretario general del CDP, Faustino Jiménez, y otros colegas que intentaron entrevistar al padre.

Al enterarse de lo sucedido, el padre Luis Berto Adames, párroco de Villa Jaragua, llegó a solidarizase con el su colega Vargas y se informó que otros párrocos vecinos harían lo mismo, hasta que la policía regularice la situación que sufre Vargas y tres monjitas que también se le impide descansar en la iglesia.

Vargas, de unos 35 años, es sobrino de la desaparecida dirigente medioambientalista Aniana Vargas, y desarrolla un trabajo comunitario en defensa del medio ambiente y los recursos naturales en toda la zona sur.

El capitán Manuel Díaz Rivas, quien no ha intervenido contra los ruidos que intranquilizan la vida del pueblo, intentó abofetear al periodista Aurelio Henríquez, pero en su intento arañó el rostro del también periodista José Rafael Sosa que hacia fotografías del incidente.

Fuente: vigilante.com

No hay comentarios: