miércoles, 20 de enero de 2010

Haití y tu realidad‏

Antero Guzmán un naguero residente en España nos envía esta reflexión.

Cuando el Universo quiere que la humanidad centre su atención de manera global en una zona, siempre crea circunstancias masivas que obligan a ello. Haití no ha sido la excepción. El mundo entero mantiene su atención ahí y así permanecerá por un tiempo obligándonos a reflexionar y volver la mirada a las zonas que hace falta atender de manera masiva e individual.

A través del sufrimiento y el dolor se nos está obligando a crear cambios necesarios que no han podido hacerse a través de otras formas. Haití se desploma y con ello se desploma una existencia de esclavitud, pobreza, dolor, miedo, carencia y un sistema caduco. Energéticamente se libera. Físicamente quedan las acciones a tomar.
La realidad de Haití no está aislada a las demás zonas del mundo. No estamos alejados ni exentos de una catástrofe similar. En términos espirituales, Haití, nos refleja mucho de nuestra sombra también. Haití ha sido siempre la representación de la pobreza, la carencia, el miedo más básico de sobrevivencia, entre otras cosas.

También nosotros seguimos siendo esclavos. Atados por dinero, presas de nuestros propios deseos. Esclavizados a trabajos que no nos llevan a ningún lado para cumplir deseos materiales superficiales que nos atan aún más y que no satisfacen las necesidades más profundas del alma. Esclavizados a un sistema económico, político, religioso y social que no acepta el cambio, esclavizados de nuestras ansias de riqueza y de poder vistos desde una perspectiva limitada y superficial. Vivimos en base al miedo, miedo de no tener, miedo de que se termine, miedo a no sobrevivir. Guardamos en nuestras memorias ancestrales y colectivas miedos básicos que YA NO PERTENECEN A NUESTRA REALIDAD ACTUAL y que es preciso, soltar ya pero que no solo sostenemos en nosotros, sino que los alimentamos día a día.

Es imposible mantenernos indiferentes al dolor y dejar de movilizarnos a través del sufrimiento que Haití representa.
Nuestra ayuda a Haití la podemos dar a todos los niveles HAZLO A TODOS LOS NIVELES.

A nivel físico:


Realiza las donaciones pertinentes que puedas realizar. A estas alturas ya tendrás datos concretos de lugares para hacerlo.

A nivel espiritual:


Aunque cada catástrofe responde a una determinada concentración de energía en el lugar en el que se manifiesta, no podemos quedar fuera de la responsabilidad que todos y cada uno tenemos en ello. Sanamos a través de lo que nos refleja nuestro entorno y al sanarnos, sanamos nuestro entorno también.. Sánate a ti mismo a través del espejo de Haití ¿Qué refleja de ti ó de tu país?. Disuelve en ti los niveles de carencia que tienes. Disuelve en ti los niveles de esclavitud existentes, libérate de tus propias cadenas y las limitantes de los deseos basados en el materialismo puro y tu miedo a no tener. Libérate de los diferentes rostros del miedo, ya no son necesarios, ya puedes hacerte cargo de tu vida con responsabilidad. El llevar tu atención a estas zonas, reconocerlas y aceptarlas abre la puerta al cambio.


ÚNETE A ESTA RED
ENCIENDE UNA VELA POR HAITÍ Y EL MUNDO
SANA TUS HERIDAS MÁS PROFUNDAS A TRAVÉS DEL ESPEJO
PORQUE NO ESTAMOS SEPARADOS
PORQUE SOMOS PARTE DE LO MISMO
Y PORQUE ESTANDO FUERA DE LA ZONA DE SUFRIMIENTO,
ES MÁS FÁCIL SINTONIZAR CON EL AMOR Y LA LUZ QUE HACE FALTA EN ESTOS MOMENTOS.

No hay comentarios: