domingo, 21 de febrero de 2010

DECIR QUE NO

POR JUAN TH/ Tomado del Diario Horizonte

Mario Benedetti, “poeta cotidiano y profundo”, como dice una de sus últimas biografías, escribió el libro “Poemas de Otros” donde aparece “Hombre preso que mira a su hijo”, que entre otras cosas dice: “Uno no siempre hace lo que quiere, uno no siempre puede, pero tiene el derecho de no hacer lo que no quiere”.

Siempre, en cualquier circunstancia, usted puede decir que no. Ese derecho no se lo puede quitar nadie. A lo largo de la historia muchos han padecido torturas crueles e inhumanas, soportado los dolores más agudos, derramado su propia sangre por mantener la firmeza de sus ideales. Millones han muerto diciéndole no a la barbarie, no a las injusticias, no a las desigualdades sociales, no a la represión, no a la muerte. Decir que si en contra de uno mismo, de lo que uno piensa y cree, es vergonzoso, indigno.

Cuando Juan Pablo Duarte dijo que vivir sin patria era lo mismo que vivir sin honor, le estaba diciendo no a la sumisión, no a la dependencia. Probablemente era más fácil y provechoso decir que sí. Pero dijo no. Para los muchachos del 14 de Junio era más cómodo arrodillarse ante el tirano que masacraba al pueblo, pero ellos prefirieron decirle no, y morir por ello. Francis Caamaño le dijo no a las tropas imperialistas que mancillaban nuestro territorio.

Una buena parte del pueblo dominicano le dijo no al golpe de Estado contra Juan Bosch en 1963. La juventud que enfrentó los 12 años de dictadura balaguerista dijo no. Muchos jóvenes terminaron en las cárceles o en el cementerio sólo por decir no. Todos esos mártires se llenaron de gloria al decir no. Decir que no es un derecho fundamental al que acuden los que tienen valores, los valientes, los que no se rinden, los que no se corrompen, los que no se dejan sobornar, los que no transigen ni trafican con sus principios. Hay otros, en cambio, que traicionan a su pueblo y se traicionan a sí mismos. ¡Canallas! ¡Cobardes!

El gobierno del presidente Leonel Fernández, siguiendo los valores de su maestro y guía, el doctor Joaquín Balaguer, ha hecho de la corrupción un modelo, una cultura, como forma de perpetrarse en el poder. Ha comprado dirigentes políticos, partidos, sacerdotes, abogados, médicos, medios de comunicación, periodistas y sindicalistas. Ha estimulado el transfuguismo, la traición y el engaño. Ha hecho de la simulación y la mentira, un modo de gobernar. Solo en propaganda, publicidad, periodistas y medios de comunicación invierte 700 millones de pesos al año.

Criminal, tomando en cuenta las necesidades urgentes de este pueblo. Tanta gente diciéndole que si a la corrupción, al dinero sucio del gobierno. Tantos “comunicadores” pidiendo dinero; vendiendo elogios a funcionarios ladrones. Pordioseros de la prensa, diciéndole sí a los millones del gobierno para mentir y engañar, cuando tienen el deber, más que el derecho, de decir no. El extinto poeta uruguayo Mario Benedetti, también escribió el poema “Decir que no” que quiero compartir con ustedes.

“Ya lo sabemos/es difícil decir que no/decir no quiero/ver que el dinero forma un cerco/alrededor de tu esperanza/sentir que otros/los peores/entran a saco por tu sueño/ya lo sabemos/es difícil decir que no/decir no quiero/ no obstante/cómo desalienta verte bajar tu esperanza/saberte lejos de ti mismo/ oírte/ primero despacito/ decir que sí/decir sí quiero/ y ver que un día/pobre diablo/ya para siempre pordiosero/poquito a poco/abres la mano/y nunca más puedes cerrarla.”

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