miércoles, 17 de febrero de 2010

Quirino Paulino Castillo era torturado en prisión neoyorquina

Por Margarita Canahuate

Quirino Ernesto Paulino Castillo alias “El Don” fue torturado al principio de ser encarcelado en el Centro Correccional Metropolitano MCC , violándosele sus derechos, de acuerdo a quien es todavía su abogado, el señor Lawrence F. Ruggiero, por lo que pidió audiencia con la jueza Wood para informarle de las supuestas torturas.

De acuerdo a Ruggiero, Quirino quien fuera extraditado desde la República Dominicana el 19 de Febrero del 2005, fue confinado a una solitaria el mismo día. Tres días después, el 22 de Febrero, se dictó orden permanente de detención sin ningunas condiciones especiales, exceptuando que debía recibir atenciones médicas.

Ruggiero citó en su carta fechada 16 de marzo del 2005, que su cliente estaba encarcelado de la manera más primitiva, en una celda de 7 pies cuadrados, tenia una cama, un lavamanos e inodoro. Añadió que a Quirino se le mantenía por lo menos durante 23 horas encerrado y solo cuando lo visitaba su abogado salía de la solitaria, negándosele sus derechos constitucionales.

Por varios días el lavamanos no tenia agua ni tampoco en el inodoro. No se le permitía ninguna posesión personal ni material de lectura. No le daban acceso a radio o televisión. Y de acuerdo a Ruggiero, la tortura continuaba ya que los guardias le dejaban el bombillo encendido 24/7 (24 horas al día 7 días a la semana).

La queja del abogado era extensa, pues también denunció que Quirino no tenia reloj de pared, y debido a la excesiva restricción de panorama ya que la ventana de cuatro pulgadas de ancho por 3 pies de alto, era difícil para el detenido saber cuando era de día o de noche, si nevaba o si estaba soleado.

Solo se daba cuenta de la hora cuando le llevaban las tres comidas cada día, y solo podía saber de las condiciones del tiempo cuando la celda periódicamente se sentía muy caliente y muy fría.

A Quirino no se le permitía hablar con nadie, exceptuando cuando sus abogados le visitaban. Generalmente los detenidos tienen el derecho a 300 minutos de llamadas telefónicas por mes, esto no pasaba con Quirino, que solo se le permitía 3 llamadas y solo de 5 minutos. Tampoco podía recibir correos.

El abogado Ruggiero exigió se le respetasen los derechos a Quirino y que fuese tratado al mismo nivel que los demás detenidos, sin privilegios, con la misma oportunidad que los demás de participar en programas educativos, en las librerías, o guías espirituales, así como tener propiedades personales, o recrearse.

Otras de las quejas de Ruggiero es que Quirino no había sido visto por un doctor, a pesar de la orden del magistrado Eaton. El sospechoso de narcotráfico y lavado sufre de presión arterial alta desde antes de su extradición y tuvo que ser hospitalizado al menos en dos ocasiones entre el 2003 y el 2005, luego que se desmayara en la calle. Quirino tomaba las medicaciones de Tenorim y BloPre.

Ruggiero dijo que Quirino sufría de hernia estomacal que le había provocado hemorragia , teniendo que ser hospitalizado por siete días. Además, expresó en la carta que su cliente creía que un día moriría mientras dormía, ya que venia sufriendo de fuertes dolores de cabeza sin que se le hubiera proporcionado un analgésico para el dolor.

Hasta náuseas y vahídos sufría Quirino mientras era visitado por su Ruggiero. NO tenia privacidad con el abogado, una cámara estaba en el techo encima de Quirino, había hoyos en cajas metálicas y los ruidos hacían imposible llevar una entrevista privadaza con su cliente. Todo lo que decía Quirino era grabado, haciendo imposible preparar una buena defensa, dijo Ruggiero.

Por todas estas razones, el abogado Ruggiero pidió que se le diera la libertad bajo fianza a Quirino o que se le sacara de la solitaria a la que estaba confinado. Finalmente, Quirino fue removido de la pequeña solitaria.

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