lunes, 14 de diciembre de 2009

Buenos Días. Así respondí la llamada a las 9 y 23 minutos al periodista Jhonny Alberto Salazar, el pasado viernes.

La desesperación del colega Salazar por la negativa noticia de que yo había fallecido en un accidente de transito, fue mas aun preocupante porque estaba llamando a mi celular y como estaba en el programa de radio “El Desahogo” en Trébol 99.3, pues con el vibrador no escuchaba nada.

Finalmente logro comunicase conmigo y ahí fue cuando le dije.

-Esas son bolas que tiran las gentes, ahora es que falta comer plátanos en esta tierra de Dios.

A continuación esta fue la nota publicada por el colega Jhonny Salazar

Por rumores de que había muerto Francis Frías deja en claro que esta sano y por parrandear.

Vidadominicana.com supo que el rumor sobre la falsa muerte de Francis Frías, fue porque hay una joven de nombre Francis, quien murió en un accidente ocurrido durante la madrugada en Santo Domingo Este, cuando presuntamente celebraban el triunfo en Argentina de la dominicana Martha Heredia.

NAGUA.-El periodista Francis Frías, director del diario digital Prensalibrenagua.net y de la emisora Cabrera FM, dijo la mañana de este viernes que esta bien vivo y sano y en agenda tiene “parrandear” durante las festividades navideñas.

La aclaración del comunicador fueron hechas por la vía telefónica a Vidadominicana.com ante los crecientes rumores de que había muerto en un terrible accidente de transito.

Francis Frías, confirmo que personas mal intencionadas pusieron a circular ese rumor desde temprano en la mañana de este viernes y explico que lo mismo ocurrió la semana pasada contra el regidor Ezequiel Castillo.

“Yo estoy llegando a mi casa y estoy vivito y coleando”, manifestó Francis Frías a fin de despejar los rumores.

Dijo que ha recibido llamadas de todas partes de personas preocupadas por el presunto accidente.

La falsa noticia corrió como pólvora desde temprano lo que obligo a muchos a llamar al teléfono 809-584-4314 de Vida FM 90.1, en donde la versión fue desmentida tan pronto se hizo contacto con el Comunicador Social.

Gracias a Jhonny Salazar por la preocupación

Dejo a mis lectores esta reflexión sobre la muerte, texto extraído de Google.com

Que es la muerte?

Infortunadamente, la mejor definición sigue siendo: muerte es lo contrario a la vida. Y el hecho concreto es simple: es difícil enfrentar la transformación del movimiento en quietud permanente y presenciar el cambio de la actividad vital de un ser humano por la desagradable presencia de un cadáver cuya temperatura se enfría progresivamente y del que ya no podemos obtener respuestas, sensaciones o impulsos fisiológicos. En resumen, se ha perdido la comunicación por completo.

ASPECTOS BIOLÓGICOS

El ser humano puede ser definido en términos puramente pragmáticos como una unidad masa-energía compuesta por millones de células especializadas, organizadas en grupos particulares, en constante actividad y movimiento y en alerta a un estado de permanente agresión por agentes externos e internos que buscan reducir dicha organización a estados biológicos más sencillos dentro de la estructura del universo.

Aquí cobra importancia la frase del Eclesiastés: “[...] Todo va a parar a un mismo lugar; de la tierra fueron hechas todas estas cosas y en tierra o polvo vuelven a parar”.

De este combate permanente entre el cuerpo y su ambiente agresor, de la capacidad de las células de adaptarse, sobreviene el estado de salud enfermedad o muerte. Sabemos en términos biológicos que existen sistemas intracelulares particularmente sensibles a lesiones críticas y de los cuales depende la muerte celular, tan elegantemente estudiada en el microscopio del patólogo y cuyas manifestaciones visuales pueden adornarse mediante tinciones complicadas que definen los diferentes tipos de muerte o necrosis (necrosis de coagulación, de licuefacción, necrosis gaseosa, etc.) y que son el reflejo de alteraciones severas en los mecanismos de respiración aeróbica, provisión energética, síntesis proteica, conservación de las membranas y reproducción celular.

La ciencia cree saber sobre la muerte celular hechos tan incontrovertibles, que algunas frases dentro de los mismos textos de patología sorprenden por cuanto ponen al descubierto nuestra real ignorancia: “La transición de la vida a la muerte es igualmente difícil de precisar para la célula como para el organismo considerado globalmente.”

Este intento de la ciencia por definir la muerte del hombre, se estrella contra la barrera ideológica. John Eccles, premio Nobel de Medicina y Fisiología, dijo en “Muerte y Cerebro”: “creo que la ciencia ha ido demasiado lejos al romper la creencia del hombre en su grandeza espiritual y le ha dado la idea de que es meramente un animal insignificante que surgió por azar y necesidad en un planeta insignificante en la gran inmensidad del cosmos. Debemos aceptar el gran desconocimiento de la física y la fisiología de nuestros cerebros, de las relaciones de mente y cerebro y de nuestra imaginación creadora”.

ASPECTOS MÉDICO- LEGALES

Una definición médico-legal de muerte es: la detención del proceso que preserva la integridad física del cuerpo. Es decir, la detención del proceso de la vida y como tal es una secuencia de hechos que culmina en la cesación de las funciones biofisiológicas.

A este respecto, los legistas y abogados han estudiado a fondo las manifestaciones de la muerte, la que han confirmado mediante la comprobación de la abolición de las funciones nerviosas (inmovilidad, flacidez muscular, parálisis de esfínteres, ausencia de actividades psíquicas), extinción de las funciones circulatorias (ausencia de pulso y latidos cardíacos), y extinción de las funciones respiratorias.

Aún más, han estudiado la misma facies cadavérica, que se acompaña de dilatación pupilar permanente y fenómenos bien definidos, que incluyen dos grupos: los tempranos (hipotermia, deshidratación, apergaminamiento cutáneo, pérdida de la transparencia de la córnea, livideces en los sitios declives, rigideces musculares y coagulación intravascular), y los tardíos (autólisis y putrefacción, con aparición de la conocida mancha abdominal, ampollas cutáneas, maceración epidérmica y aumento del volumen tisular).

Los estudios del tema han dejado descripciones exhaustivas de los seres ‘inferiores’ que van a dar cuenta de nuestro cuerpo (“los humildes poseerán la tierra”): insectos, lepidópteros, mariposas, ácaros, hormigas, ratas, cuervos, buitres y peces.

Los legistas van inclusive más allá y tratan de definir el término agonía, como un sinónimo de combate, de lucha, aunque no implique necesariamente la posibilidad de victoria. Es simplemente la última etapa antes de morir.

Todas estas definiciones son importantes para efectos de declarar a un ser vivo oficialmente cadáver y con este poder proceder a dilucidar las causas inmediatas del evento, los posibles culpables del hecho, y continuar con el entierro del cuerpo antes de que comience a descomponerse.

Pero ¿nos brinda la ciencia legal una definición del proceso exacto que delimita las condiciones de vida o muerte, aparte del uso del término ‘agonía’? La respuesta es no. Por desgracia nos define el hecho cumplido, al igual que la medicina clínica y la biología celular, que tampoco conocen a fondo el proceso.

LA MUERTE COMO CESACIÓN DEL MOVIMIENTO

Acudimos entonces a la física. Desde el punto de vista experimental el estudio del movimiento de un cuerpo requiere el registro de la posición del objeto en diferentes tiempos y a intervalos regulares. Por lo tanto, el tiempo es la medida del movimiento. Al cesar el movimiento el tiempo termina para ese objeto específico.

Esto es aplicable a las piedras que caen y se detienen contra el piso, al evento histórico cumplido y al ser biológico que muere. En todos ellos el movimiento cesa y ya no puede ser medido a no ser que una nueva fuerza les imprima actividad, en cuyo caso lo estaría naciendo como un ente nuevo.

En el ser biológico que al morir retorna a sus elementos más simples, dicha posibilidad de nueva actividad no existe. La organización vital para ese determinado cuerpo ha desaparecido. Su movimiento ha cesado y la medida del mismo ya no es posible ni necesaria.

Quizás por esto siempre ha inquietado la afirmación del Apocalipsis que dice: “[...] Y juró por el que vive en los siglos de los siglos, el cual creó el cielo y las cosas que hay en él, y la tierra con las cosas que hay en ella, y al mar y cuanto en él contiene: que ya no habrá más tiempo.”

Algunos han interpretado la ultima frase como referente a que no habrá más dilación en las promesas divinas respecto al hombre, o que como dice el siguiente versículo, el misterio de Dios será consumado. Sin embargo, deteniéndose en el concepto mismo de la frase: Que ya no habrá más tiempo, que el tiempo no será más ¿No es éste un concepto físico que implica el fin de todas las cosas? Al cesar el tiempo, implícitamente el movimiento se ha detenido, ha dejado de existir como tal.

Este concepto de muerte como finalización del tiempo y el movimiento ya ha sido explorado por algunos filósofos: L, Wittgenstein decía: “La muerte no es un evento de la vida. La muerte no se vive. Si por eternidad se entiende no la duración interminable del tiempo, sino la ausencia total del tiempo, entonces el que vive eternamente es aquel que vive en el presente.”

La física, entonces, tampoco se ocupa del proceso entre la vida y la muerte. También nos habla del hecho cumplido.

CONCLUSIONES.

Desde el punto de vista médico, ético y legal solamente se aplica el principio de muerte como estado contrario a la vida, esto es, pérdida de la fuerza sustancial que incluye la desaparición de la actividad interna de crecimiento y desarrollo, así como la ausencia de la actividad externa que permite interrelacionarse con el medio externo. Todo con los consecuentes efectos de pérdida de independencia, de capacidad de adaptación, de reproducción, finalizando así su lapso de existencia de autonomía y autopreservación temporoespacial.

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