viernes, 28 de agosto de 2009

Unasur sin definición sobre pacto Colombia-EEUU para base militar

Tampoco hubo acuerdo sobre el pedido que hizo el presidente ecuatoriano de una reunión urgente con el mandatario de Estados para que explique los intereses de su país en la región.

BARILOCHE, Argentina .- Sin avanzar en una definición sobre el pacto entre Colombia y Estados Unidos por el uso de bases militares, los presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) acordaron el viernes que sus cancilleres vuelvan a reunirse en septiembre para continuar debatiendo.

Tampoco hubo acuerdo sobre el pedido que hizo el presidente ecuatoriano Rafael Correa de una reunión urgente con el mandatario de Estados Unidos Barack Obama para que explique los intereses de su país en la región.

Tras largas horas de debate, en las que abundaron las acusaciones cruzadas, los mandatarios de América del Sur suscribieron un documento final en el que reafirmaron "que la presencia de fuerzas militares extranjeras no puede... amenazar la soberanía e integridad de cualquier nación sudamericana y en consecuencia la paz y seguridad de la región".

Pero dejaron pendiente su posición sobre el acuerdo entre Bogotá y Washington que ha puesto bajo tensión a la región.

A su vez, instruyeron a sus cancilleres y ministros de Defensa "a celebrar una reunión extraordinaria, durante la primera quincena de septiembre, para que... diseñen medidas de fomento de la confianza y de la seguridad de manera complementaria a los instrumentos existentes en el marco de la OEA"

El documento señaló que las medidas deben incluir "mecanismos concretos de implementación y garantías para todos los países aplicables a los acuerdos existentes con países de la región y extrarregionales; así como al tráfico ilícito de armas, al narcotráfico y al terrorismo de conformidad con la legislación de cada país".

La moción de Correa de convocar a Obama a una reunión fue respaldada por los presidentes de Argentina, Brasil y Venezuela pero objetada por el presidente colombiano Alvaro Uribe, y quedó finalmente fuera del documento.

Sí se incluyó, en cambio, un apartado en el que los jefes de Estado reafirmaron su "compromiso de fortalecer la lucha y cooperación contra el terrorismo y la delincuencia transnacional organizada y sus delitos conexos: el narcotráfico, el tráfico de armas pequeñas y ligeras" y rechazaron "la presencia o acción de grupos armados al margen de la ley".

Uribe logró así impedir que la Unasur rechazara de cuajo el acuerdo con Washington, como proponían los mandatarios de Uruguay y Bolivia, y consiguió arrancarle a la unión una condena a medias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Asimismo, manifestó su inquietud porque América Latina aún no hubiera reconocido "como terroristas, no algunos hechos, sino la actividad general del grupo".

El mandatario colombiano enfatizó que el acuerdo con Estados Unidos está destinado a poner freno al narcoterrorismo y subrayó que no implica la cesión de soberanía por parte de su país ni un avance de las tropas estadounidenses sobre el territorio de otras naciones.

Tampoco hubo mención a un pedido de Correa y el presidente venezolano Hugo Chávez, que habían reclamado a Uribe que presente el documento del acuerdo con Estados Unidos para disipar los temores sobre un avance de ese país en la región.

"Ha habido informaciones muy difusas, vagas, ambiguas", dijo Chávez. "Que se nos haga llegar, en aras de la transparencia, el documento", añadió.

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