martes, 10 de marzo de 2009

SIGUEN LOS ROBOS GANADO

Por Reynaldo Hernández Rosa

El Catey, Sánchez.- Continúan los robos de ganado a pequeños propietarios en toda la zona de Nagua así como en poblaciones de la provincia Duarte, evidenciando la desidia e ineficacia de los efectivos policiales en la región.

Pese a las constantes denuncias de los afectados, los abigeos siguen descuartizando reses en los terrenos colindantes al tramo carretero desde Pimentel hasta El Catey, en Sánchez.

Recientemente fueron encontrados restos de cinco reses en la entrada a la población del El Catey, donde los cuatreros sólo se llevan las piernas de los mamíferos, los cuales comercializan en la zona, según se supo.

Personas consultadas en la comunidad, admitieron los numeroso robos en los meses recientes, culpando a los agentes del orden, los cuales no vigilan en las noches y madrugadas, dejando huérfanos a los residentes.

Entrevistados por este diario digital, los lugareños que rehusaron identificarse, revelaron que los cuatreros son conocidos en la zona, pero al parecer tienen protección de las autoridades.

Contaron que estos cometen sus fechorías en las noches, desplazándose en un microbús y siempre andan armados¨¨, precisando que en ocasiones han sostenido intercambios de disparos cuando son descubiertos infraganti.

Asimismo, informaron que los cuatreros tienen al “coger el monte” a los pequeños propietarios de ganado en la población de La Gina en el municipio de Pimentel, donde en los días recién pasados, al menos en tres fincas han robados ocho reses.

No obstante, mostraron su inconformidad con las autoridades judiciales y policiales, ya que todos conocen en Pimentel quienes se dedican al robo de ganado.

Expresaron que los abigeos cometen sus tropelías abiertamente, a sabiendas de que si son apresados, recuperarían su libertad.

Anteriormente, miembros de la Asociación de Ganaderos de Nagua, había denunciado los constantes robos al sector, sin embargo, hasta ahora el papel de las autoridades ha sido muy pobre para enfrentar el mal.

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